lunes, 10 de mayo de 2010

EL CONTROL DE CAMBIO

Los venezolanos tenemos que empezar a plantearnos cómo salir de este atolladero y cuáles serán las medidas que habrá que tomar para reconstruir nuestra economía, nuestra sociedad y nuestro país y en este artículo planteamos las razones para por las cuales consideramos que uno de los primeros pasos para iniciar la reconstrucción económica de Venezuela debe ser la eliminación del control de cambio.

El control de cambio se impuso en 2003, y básicamente implica que los ciudadanos o empresas venezolanas no pueden cambiar sus Bolívares a otras monedas libremente, sino que deben hacerlo usando una única vía gubernamental (CADIVI) y sujetos a las regulaciones y procedimientos que este organismo fija.

Pero… Porqué debe desaparecer?

En primer lugar debe desaparecer porque no cumplió con su cometido de detener el flujo de divisas que sale del país. Las divisas siguen saliendo, bien sea por medio del comercio de los bonos emitidos por el estado venezolano, PDVSA y -próximamente- la CVG -quienes colocan de una manera irresponsable bonos en el mercado sin hacer el mínimo cálculo sobre su capacidad futura de pago; el dinero se escapa a través de las fronteras pues miles de ciudadanos tratan de cambiar sus ahorros a pesos, dólares, euros o reales ante el temor a otro "devaluación sorpresa" u otro "madrugonazo" ; el dinero se escapa a través de unas muy dudosas “inversiones” que este gobierno realiza sin ningún orden ni vigilancia en los más diversos países del mundo (Fondo Chino-Venezolano, Fondo Ruso-Venezolano, Fondo Iraní-Venezolano, compra de refinerías e industrias quebradas en el Cono Sur, el Banco del Sur y cientos más. También el dinero escapa en forma de "regalos" (ya ni siquiera disfrazados de inversiones) a Nicaragua, Cuba, Argentina, Uruguay, Bolivia y a cuanto Gobierno le estire la mano y -como si fuera poco- el dinero se escapa en efectivo en maletas que recorren América Latina y el mundo financiando las más disparatadas causas, campañas electorales y Dios sabe qué más. Llama poderosamente la atención que a pesar de tener un control de cambio desde 2003, las reservas internacionales venezolanas siguen sin superar los 30 mil millones de dólares que es mas o menos lo que había al inicio de dicho esquema de control.

En segundo lugar debe desaparecer porque no ha cumplido con su tarea de suministrar divisas preferenciales al sector productivo del país. Por el contrario, se ha convertido en un cuello de botella que ha sumido a nuestros empresarios en la ruina al obligarlos a acudir al dólar paralelo o a endeudarse enormemente con sus proveedores en el exterior. Muchas empresas venezolanas han tenido que cerrar, ir a vacaciones forzosas o tienen serias dificultades pues no obtienen a tiempo las divisas que necesitan para comprar los insumos que requieren para funcionar; un buen ejemplo son las -casi emblemáticas- empresas ensambladoras de vehículos en el centro del país.

El control de cambio debe desaparecer porque se ha convertido en un obstáculo casi insalvable para las personas comunes que desean estudiar o trabajar en el exterior pues viola flagrantemente el derecho de los ciudadanos a gastar el dinero en lo que más les convenga o deseen, pero también se ha convertido en un obstáculo para aquellas personas o empresas que deseen invertir su dinero o enviar remesas al país pues sus euros o dólares se transforman en sal y agua con el cambio oficial. El envío de remesas al país de origen es una parte de la economía muy importante en México, Guatemala, Colombia y en otras regiones del mundo. En Venezuela nos perdemos esa oportunidad, a pesar de tener cerca de un millón de residentes en el exterior.

Por otra parte, el control de cambio se ha transformado en una herramienta de retaliación política. Las personas o empresas que no siguen mansamente los designios del "soberano" son castigadas con la negativa a obtener divisas o en el mejor de los casos con demoras de meses e incluso años de trámites y burocracia interminables. Incluso -en una evidente estrategia para complicar la entrega de divisas- se ha autorizado a los funcionarios de CADIVI a requerir "cualquier documento que se juzgue conveniente para procesar una solicitud", lo cual da un amplísimo margen para obstaculizar -o simplemente negar- el proceso.

Más allá de eso, la asignación de las divisas se hace en base a un esquema de importaciones prioritarias para el país que cercena las libertades económicas y que se basa en una muy dudosa idea de desarrollo nacional. Cosas como libros o papel de impresión -por citar dos casos- no se consideran como bienes "prioritarios para el desarrollo nacional" y por lo tanto no pueden ser importados -a menos que se recurra al mercado negro y por lo tanto su precio se dispare casi al infinito-. Resulta mas que curioso que en una "Revolución socialista" los libros se consideren bienes "no indispensables". Otros ítems como autopartes tampoco reciben trato preferencial impulsando su escasez y el encarecimiento.

Por si fuera poco el control de cambio ha creado un mercado negro de divisas que es totalmente incontrolable y al cual se ven obligados a acudir empresarios y comerciantes que necesitan comprar materias primas o mercancías en el exterior. En este mercado -basado en el miedo, la especulación y la usura- las divisas tienen precios de cuatro o cinco veces el valor que tienen en el mercado oficial lo cual termina reflejándose inevitablemente en los precios que paga el consumidor final.

Además el control de cambio ha creado un enorme campo para la corrupción. Empresarios inescrupulosos se llenan los bolsillos obteniendo dólares preferenciales que luego revenden dentro del país para obtener utilidades cambiarias, los bancos se hacen ricos con los intereses de las tarjetas de crédito que los usuarios se ven obligados a usar para viajar al exterior o con los bonos de la deuda venezolana -que al ser negociados en bolsas de valores en el exterior les permiten obtener dólares a un precio inferior que el paralelo- cuya fecha de emisión solo ellos conocen y por lo tanto solo ellos pueden comprar. Controlar estas operaciones es difícil -por no decir imposible- y los delincuentes de cuello blanco se salen con la suya sin que nada ni nadie los detenga.


Por si fuera poco, la dificultad en la adquisición de divisas -que empuja los precios hacia arriba- y las brutales devaluaciones sorpresa -que empujan los precios aún mas- han creado un círculo inflacionario casi imposible de detener pues la población -que no entiende de las sutilezas económicas pero siente la pérdida de poder adquisitivo- prefiere comprar bienes a ahorrar, lo cual empuja la inflación aún más.

El control de cambio además propicia además el endeudamiento de la población –que busca comprar hoy lo que no podría comprar mañana) pero también atenta contra el ahorro, creando un cóctel peligroso para la estabilidad del sistema financiero.

Finalmente hay que señalar que en Venezuela ya habíamos tenido varias experiencias con el control de cambio y siempre fue necesario desmontarlo debido a su ineficiencia y a los negocios sucios que generaba. Justamente uno de los escándalos mas grandes que vivió la llamada "IV República" fue el de RECADI y parece que la lección no se aprendió.


Se percata del Gobierno Nacional de toda esta situación? Indudablemente que si, pero el tremendo costo que genera a los venezolanos no parece importarles, pues mantener este sistema les permite mantener un férreo control sobre la economía del país y sobre la vida de sus ciudadanos. Cabría preguntarse si incluso este ataque a la economía nacional se hace a propósito con el fin de acabar con la industria privada y hacer a nuetsra gente mas dependiente de las limosnas oficiales.

Lamentablemente, nuestros ciudadanos siguen sin darse por enterados de esta situación, y nuestros jóvenes -a quienes debería importarles aún mas, pues es su futuro el que está en juego- parecen estar interesados solamente en los Blackberries y planear las rumbas vía Facebook o Twitter y no en el collar y el bozal que con mas prisa que pausa se pone a sus vidas.

Qué triste.

JKO

En nuestro próxima entrega continuaremos explorando el tema del control de cambio y en las alternativas para desmontarlo.

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