viernes, 25 de diciembre de 2009

EL SHOW EN COPENHAGEN

El papel representado por nuestro Presidente en la Cumbre de las Naciones Unidas sobre el Cambio climático, llevada a cabo en la capital danesa durante el mes de diciembre, fue simplemente atroz.

Nos impresiona en primer lugar su falta de ética, al utilizar -junto con los otros gobernantes del ALBA- esa importante ocasión para publicitarse como líder anti-imperialista mundial y no para asumir un papel constructivo y ayudar a buscar una solución al enorme problema al que se enfrenta la humanidad.

Buena parte de sus discursos no fueron más que el eterno sonsonete de “Estados Unidos tiene la culpa de todo” que durante décadas ha caracterizado a algunos gobiernos irresponsables de América Latina, quienes usan ese discurso para distraer la atención sobre las verdaderas responsabilidades de las penurias que afrontan los habitantes de la región. Muy lamentablemente ese discurso sigue teniendo éxito, no solo en América Latina sino con la desinformada izquierda europea y con un gran número de grupos de aprovechados activistas de mil banderas. El caso es que este discurso –que puede sonar muy bonito a algunos- no tenía nada que ver con lo que se discutía allí y solo sirvió para agitar el ambiente y crear más diferencias de las que ya había al iniciar la conferencia.

En medio de su retórica -totalmente contradictoria y fuera de lugar- además afirmó que solo firmaría un acuerdo basado en el Protocolo de Kioto. Vale la pena destacar que Venezuela se adhirió al protocolo de Kioto en 2004 -que además fue ratificado por la Asamblea Nacional en 2005, lo cual le da rango constitucional- y sin embargo, 5 anos después no lo hemos cumplido. De hecho, hemos hecho todo lo contrario.

El Protocolo de Kioto señala que para 2012 los países signatarios deben reducir sus emisiones de gases que causan el efecto invernadero a un 5% por debajo de los niveles que emitían en 1990. Entre 1992 y 2007, Venezuela aumentó sus emisiones de gases que causan el efecto invernadero en 53.65% y ni siquiera hay datos de la situación actual. Entonces... cómo puede Hugo Chávez pretender imponer al mundo algo, que su gobierno prometió cumplir y no ha cumplió?

Cierto es que Estados Unidos es uno de los más grandes contaminantes del globo, pero no es el más grande. El mayor productor de gases que causan el efecto invernadero es China y sobre esto el paladín global no mencionó ni una palabra. Tampoco criticó el hecho de que Brasil se negara a firmar el acuerdo con la excusa de que China no lo había firmado, y tampoco señaló que algunos países capitalistas y desarrollados como Alemania, Francia, el Reino Unido y la anfitriona Dinamarca si han cumplido –y algunos de ellos sobrepasado- las metas de Kioto.

No contento con esto, el Presidente hizo noticia al transformarse en el defensor de los activistas que protestaban en las calles de la capital de Dinamarca. Incluso –con un cinismo escandaloso- llegó a decir que represiones como la vista allí no eran vistas en Venezuela. Lo dice el mismo individuo que meses antes ordenaba arrojar "gas del bueno" contra los estudiantes universitarios de su propio país, que ha ordenado la creación de grupos armados para aterrorizar a la población que se le opone y de quien hay evidencia de que ordenó aplicar el Plan Ávila en abril de 2002.

Incluso -en su loca búsqueda de espacio en los periódicos y en un arrebato de arrogancia que demuestra que poco queda del muchacho que vagaba descalzo por Sabaneta- encaró burlonamente al personal de seguridad que le pedía que le permitiera usar la sala a otros jefes de estado que también necesitaban dar ruedas de prensa.

Finalmente, mientras los líderes del mundo cenaban y trataban de sentar las bases de un acuerdo, el paladín de los oprimidos del mundo se dedicaba a juguetear en la nieve con su leal y buen amigo –y gran beneficiario del dinero venezolano- Evo Morales, quién –por cierto- también hizo un papel lamentable en ese evento.

Cierto es que el acuerdo de Copenhague no es vinculante y está muy lejano a lo que se necesita. Pero es algo, y es mejor que nada. Incluso el Presidente de Maldivas -cuyo país simplemente desaparecerá del mapa en una década de continuar las tendencias actuales de aumento del nivel del mar- lo vio de esa manera. Negarse a firmar el acuerdo -que no pasa de ser una declaración de intenciones- es una muestra de total falta de solidaridad con el mundo entero.

Aunque no hay manera de saberlo con certeza, muchos expertos pronostican que Venezuela se verá tremendamente afectada por el calentamiento global. Los cambios en los patrones de las lluvias afectarían nuestra agricultura, nuestro suministro de agua potable y nuestra producción eléctrica -por citar solo tres cosas de vital importancia-, temporadas de huracanes más largas y violentas podrían golpear nuestros litorales -en donde se concentra la mayor parte de la población del país- , el aumento del nivel del mar podría hacer desaparecer a la costa Oriental del Lago de Maracaibo, al Delta del Orinoco y transformaría Paraguaná en una isla, Margarita podría quedar dividida en dos al inundarse la zona de la Restinga, el delicado equilibrio de salinidad del Lago de Maracaibo se afectaría al entrar más agua salada en su fosa -acabando con toda la economía basada en la pesca de la zona- y aumentos en el nivel del Río Orinoco podrían inundar bastas zonas de nuestro Llano. Además, el aumento en la temperatura del agua del Caribe podría acabar con los corales y hacer migrar a los bancos de peces a zonas más lejanas. Aparte de esto, uno o dos grados más de temperatura serán suficientes para que el dengue y el paludismo puedan llegar al último rincón del país e incluso nuestra Gran Sabana podría convertirse en un árido desierto. A nuestro modo de ver, esto es más que suficiente como para no tomarse el calentamiento global a broma –como evidentemente Chávez se lo toma-.

Hace pocos años, nuestro Presidente mencionó que nuestros líderes iban de cumbre en cumbre y nuestros pueblos de abismo en abismo. Hoy en día, él mismo no se pela una cumbre y en cada una de ellas se transforma en noticia. En este caso, lamentablemente, fue más allá, y su falta de seriedad nos ha llevado a nosotros –y al mundo entero- aún más cerca de una tragedia de proporciones inimaginables.

viernes, 18 de diciembre de 2009

Basura, basura y mas basura

Nuestras ciudades dan asco. Las montanas de basura están por todas partes, los malos olores amenazan con asfixiarnos y las ratas -mas que satisfechas- corren alegremente por nuestras aceras.

Esta situación no puede seguir así. En pleno siglo XXI, ciudades anteriormente conocidas por su suciedad como Barcelona, Atenas, Lima o la Ciudad de México han logrado superar este problema y nosotros seguimos varados en el mismo punto que hace veinte anos... o incluso en peores condiciones. Este problema debe ser resuelto, y debe ser resuelto pronto. No solamente por razones de mera estética, sino por razones de salud pública.

Aquí trataremos de proponer algunas medidas para mejorar esta situación; sin embargo debemos senalar que dichas medidas aplicadas de forma aislada y sin interconexión no son suficientes para resolver el problema y que no pasarían de ser "panitos de agua tibia". Las medidas deben ser aplicadas como un todo y de manera que unas complementes a las otras.

Para empezar existe una manera de reducir la cantidad de basura -y además obtener dinero- y es mediante el reciclaje. Las municipalidades pueden colocar containers separados -de colores diferentes- en algunos sectores de las ciudades de manera que la gente separe los desperdicios por si misma (vidrio, papel y cartón, metales, plásticos). Esto permite reducir la cantidad de desperdicios que van al relleno sanitario, ayuda al medio ambiente al reutilizar recursos y permite obtener dinero por la venta de estos materiales -que además no han costado nada, por lo que es el negocio perfecto- . Además tendría beneficios políticos importantes para lo alcaldes que lo pongan en marcha. A qué político no gustría ser tachado de "protector del medio ambiente"? Increiblemente, algo tan simple como esto (y que podría auto-financiarse e incluso generar algunos recursos extra para una municipalidad) no ha sido puesto en marcha.

Aparte de esto, las rutas de recogida de desperdicios deben ser planeadas mejor. Lamentablemente las empresas que se encargan de la recogida de los desechos usan parámetros propios de países con otros patrones climáticos sin tomar en cuenta que lo que en Suecia demora tres días en descomponerse, bajo el sol y la humedad venezolana demora uno. Evidentemente en áreas comerciales se requiere recoger la basura mas que dos veces a la semana y además, los usuarios deben depositar la basura en puntos específicos y no frente a sus casas o negocios. Solamente en nuestras ciudades se ven restaurantes de lujo con cerros de bolsas de basura en la entrada y eso no puede continuar. Los usuarios deben colocar la basura en puntos específicos establecidos con anterioridad so pena de multas -que las municipalidades están autorizadas a emitir y a cobrar- Esto permitirá que los camiones de basura puedan hacer recorridos mas rápidos, atacando puntos concretos, sin obstaculizar el tránsito.

En pleno siglo XXI nos sorprende que las brigadas de limpieza en nuestras ciudades no posean equipos para limpiar los espacios urbanos de una manera rápida y eficiente. Existen cientos de companías en el mundo que venden dichos equipos -cuyo manejo no es complicado- Usarlos permitiría mantener limpios espacios mas grandes con el mismo personal. Incluso existen algunos equipos que usan chorros de agua y jabón, cosa que no le caería nada mal a la Avenida Urdaneta.

En muchas ciudades existe un día en particular en el que se recogen muebles y corotos viejos. Esto sería particularmente útil en nuestras ciudades donde no hay quebrada, cano, alcantarilla o río que no tenga varios colchones flotando en su cauce.

Además, tendremos que hacer una tremenda campana de educación y de información. En Venezuela sabemos hacer eso... y lo hacemos muy bien. Las campanas en la década de los '80's sobre cómo debían comportarse los usuarios en el Metro de Caracas no solamente fueron un éxito, sino que fueron copiadas en todo el mundo.

Por otra parte, cada municipio debería tener una estación de transferencia, cercana al núcleo urbano mas importante, donde los camiones de basura puedan depositar su carga. De esta manera se puede usar el mismo camión para mas viajes en menos tiempo (pues el camión no debe viajar a un remoto botadero de basura). Desde estas estaciones, la basura puede ser trasladada durante las noches (para no obstaculizar el tránsito) mediante camiones mas grandes y resistentes o en un futuro mediante vías férreas. Esta estación de transferencia puede servir tambien para depositar el material a reciclar -que luego será vendido- y para medir y controlar la cantidad y procedencia de los desechos, información que servirá para mejorar el sistema de recolección. También serviría para separar materiales peligrosos para enviarlos a sitios donde se pueda disponer de ellos de forma segura. Hay que senalar que una estación de transferencia no es un botadero secundario, es una instalación industrial, techada y donde se realiza una labor de separación, clasificación y recabado de información de los desechos que genera una ciudad.

Siguendo con la cadena, nos encontramos que en nuestro país no existe ni un solo relleno sanitario que cumpla con las normas internacionales mínimas. En cada una de nuestras ciudades el problema es el mismo, desde Lagunillas en Mérida hasta la Bonanza en Caracas. Es urgente que en cada municipio o grupo de municipios cercanos se hagan los estudios necesarios para encontrar un sitio con las condiciones geológicas necesarias para instalar un relleno sanitario que cumpla con las normas internacionales y que permita una vida útil de 15 o 20 anos, así como los proyectos relacionados con los detalles estructurales y de operación del relleno, el uso de los gases que generará y el uso final que se le dará una vez que deje de funcionar.

Un relleno sanitario no es simplemente un hueco donde se arroja la basura. Es una instalación que debe tener un tamano suficiente para funcionar durante un período muy largo -pues la inversión que se requiere es alta y solo es factible hacerlo si resuelve el problema por un período de tiempo lo duficientemente largo-, por ello, debe ser un sitio geológicamente estable y con niveles freáticos profundos para evitar que se inunde; además debe ser construido de manera tal que pueda desarrollarse por etapas. Los desechos se disponen sobre capas de materiales impermeables y los líquidos que se generan por la descomposición de la basura pueden ser conducidos y tratados antes de llegar a las corrientes de agua, también se insertan tuberías para conducir los gases que se forman y evitar las explosiones e incendios tan comunes en nuestros botaderos de basura. Por otra parte el acceso a estas instalaciones es restringido para evitar el robo de maquinaria y las invasiones.

Con el transcurrir del tiempo, se llegará al final de la vida útil del relleno y este tendrá que ser clausurado, pero si este se ha disenado bien, podrá ser transformado en un área recreacional con una mínima inversión. Las opciones son muchas y van desde parques y bosques hasta instalaciones deportivas.

Es cierto que lo descrito arriba cuesta mucho dinero, pero las inversiones pueden ser compartidas por varios municipios, el Ministerio del ambiente y los gobiernos estadales y nacional. Además, ciertas etapas del proceso podrían generar ingresos -como el reciclaje-; además, siendo Venezuela un país que subsidia generosamente la Revolución continental, que financia referendums fraudulentos en Honduras, tiende cables de fibra óptica que cruzan todo el Caribe para comunicar a Cuba con el mundo y construye refinerías para dar trabajo a los brasilenos, el dinero no debería ser un problema.

Estas inversiones permitirían mejorar las condiciones sanitarias de millones de personas, ayudaría a preservar el medio ambiente, a reducir las cantidades de desperdicios que van a nuestros ríos, crearían empleos e incluso -en algunas condiciones- podrían ser sustentables económicamente. La solución no es sencilla, ni habrá resultados de un día a otro, pero si no empezamos pronto, seremos devorados por la basura... o por las ratas que viven en ella.

domingo, 29 de noviembre de 2009

SOBRE LA RESPUESTA GUBERNAMENTAL A LA CRISIS ELECTRICA

Con inmensa preocupación vemos cómo el problema del servicio eléctrico continúa y en medio de el estruendo de la guerra con Colombia, de las elecciones en Honduras y de la polvora navidena el tema parece haber quedado en el olvido.

Cuando explotó la crisis eléctrica -o mejor dicho, cuando nos dejó a oscuras- la respuesta del Ejecutivo no se hizo esperar: despotricó contra el consumismo, amenazó a diestra y siniestra y como siempre le echó la culpa a los gobiernos anteriores, a la sequía, y a los sambiles. Pero lo cierto es que las amenazas y echarle la culpa a alguien el problema no se resolverá.

Con bombos y platillos se anunció la creación de un "Ministerio de Energía Eléctrica", cuya mera existencia -por supuesto- no hará que se enciendan nuestros bombillos. Todavía no se saben cuales serán las competencias de este ente, ni a través de qué organismos ejecutará sus planes o -mas simple- dónde va a funcionar. Ni siquiera tienen una página web! Su titular -Ramón Carrizales- es además el Vicepresidente de la Nación y Ministro de defensa, continuando con la tradición de Ministros que sirven para todo y que saltan de cargo en cargo o poseen varios a la vez, violando todas las normativas, leyes y el mas elemental sentido común. Y en esto debemos hacer énfasis. Es totalmente imposible que una persona pueda -simultáneamente- preparar a un país para una guerra exitosa, sustituir al Presidente de la República durante sus innumerables viajes y además planificar la generación y distribución de energía eléctrica del país. También hay que senalar que la esposa del Coronel Carrizales es la actual Ministra del Ambiente lo cual es -cuando menos- una tremenda muestra de concentración de poder en muy pocas manos.

Por otra parte, ya en Venezuela existe un organismo encargado de velar por la planificación, generación, distribución y comercialización de la energía eléctrica. Es CORPOELEC y fue fundado en 2007. Ya en ese momento se dijo que los problemas eléctricos eran acusados por la desorganización, caos y la falta de coordinación resultante de tener catorce empresas eléctricas diferentes y por la supuesta actitud capitalista de algunas de ellas -concretamente EDC que además fue estatizada-. Si este organismo ya existe... cual será el papel del Ministerio de la electricidad? Porque a primera vista sus atribuciones parecen redundantes; a menos que la creación de dicho Ministerio sea simplemente un teatro para simular que se hace algo para resolver el problema. Además... si CORPOELEC no cumplió con sus metas -y no solo eso, sino que llevó al país al desastre eléctrico- no debería haber uno o varios responsables?

Lo que los venezolanos necesitamos no es un nuevo Ministerio, ni que repartan bombillas de Vietnam. Lo que los venezolanos necesitamos es que se hagan las inversiones necesarias en el sistema eléctrico. Necesitamos terminar las centrales hidroeléctricas en las que ya se han invertido miles de millones y que todavía no funcionan, necesitamos proteger las cuencas de nuestros ríos para evitar la sedimentación en nuestros embalses y la pérdida de su capacidad de generación eléctrica, necesitamos que hagan el mantenimiento necesario a las lineas de transmisión, necesitamos acabar con el caos de los postes y el robo de electricidad, necesitamos un plan de desarrollo realista del sector eléctrico a corto, mediano y largo plazo y crear las condiciones para el ahorro de energía.

Los venezolanos hemos dado muestras de que podemos hacer las cosas muy bien y con mucha seriedad cuando nos lo proponemos. El Coronel Ramón Carrizales mismo es un buen ejemplo de ello (bajo su gestión en el Ministerio de Infraestructura se hizo la rapidísima contrucción del nuevo viaducto de la Caracas-La Guaira, actuación que le valió ganarse la confianza presidencial). Como nos gustaría ver esa misma eficacia aplicada a terminar Uribante-Caparo, Tocoma y a reparar planta centro.

Finalmente debemos decir que si las inversiones necesarias en el sector eléctrico no se hacen ahora, luego serán aún mayores, no solo por la inflación, sino porque el grado de deterioro será aún mas grande. Además, el país debe aprovechar que los precios del petróleo todavía mantienen un nivel medio que nos permitiría hacer dichas inversiones, pues nada garantiza que en medio de la crisis económica mundial el precio del crudo no caiga en picada dejándonos en la hambruna y además a oscuras.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

La guerra con Colombia

Nuestra intención en este espacio era la de seguir desarrollando temas relacionados con la infraestructura, la energía, los servicios, el aparato productivo y el medio ambiente; pero en vista del giro que han tomado los acontecimientos en los ultimos días, hemos decidido dedicar este artículo a la guerra con Colombia.

No consideraremos en este artículo las razones del conflicto -que para nosotros es totalmente artificial y solo busca objetivos electorales de una forma más que irresponsable- sino que nos enfocaremos en aspectos mas prácticos, que deberían ser considerados por el Gobierno y el pueblo de Venezuela antes de emprender una aventura tan temeraria como esa.

En primer lugar... En cuanto empiece la guerra, la gente huirá de las zonas de conflicto. O es que de verdad alguien cree que todo el mundo se quedará defendiendo cada centímetro del territorio Nacional? El que lo crea conoce muy poco la naturaleza humana. La pregunta es: Tiene Venezuela la capacidad para atender a medio millón de refugiados? Las autoridades venezolanas -en tiempos de paz- se han mostrado totalmente incapaces de manejar a las familias indígenas y a los indigentes que viven bajo los puentes de Caracas, que en total no suman mas de 5 mil personas. Imaginen ahora lo que pasará cuando pueblos enteros como San Antonio del Táchira, Urena, El Guayabo o El Amparo sean presas del pánico y huyan al interior del país.

Surge además la pregunta de cómo van a proteger a la población civil? Ni siquiera pueden dar una respuesta efectiva cuando cae un aguacero. Imaginen ahora un bombardeo sobre Maracaibo. Hay refugios antiaéreos? Tiene protección civil el número de integrantes y el entrenamiento como para responder ante una situación así? Hay maquinarias para despejar con rapidez los escombros de las vías y rescatar a las víctimas? Podrán suplir agua, electricidad y comida? Claro que no! Ni siquiera pueden hacerlo en tiempos de paz.

Cómo van a mover a nuestras tropas? Hace anos que nos prometieron terminar la autopista San Cristóbal - La Fría, asfaltar la carretera de Orope, un puente túnel en el Lago de Maracaibo y un sistema de ferrocarriles que enlazaría todo el país. Nada de esto se ha hecho. Lo que tenemos es un montón de carreteras en pésimo estado, que serán un freno para nuestras fuerzas.. de la misma manera que lo han sido para el comercio y el desarrollo económico.

Una vez que esas tropas salgan de los cuarteles rumbo a la batalla, habrá que enfrentarse a otro problema: Habrá que alimentarlos. No es lo mismo alimentar a 3 mil personas en un cuartel que hacerlo en la mitad de la Goajira, en los inundados Llanos de Arauca, en la ciénaga de Juan Manuel de Aguas claras o en las selvas de Perijá. Cómo les van a suministrar los servicios médicos más básicos? Con qué hospitales? Cómo los van a proteger del dengue y del paludismo que son los verdaderos dueños de esas zonas? O es que van a llevar a los confiables médicos cubanos tambien? Cómo les van a suministrar combustible? Ni siquiera pueden suministrarselo al Táchira!

Nuestra fuerza aérea se ha mostrado totalmente inútil para interceptar las avioneticas cargadas de cocaína que sobrevuelan nuestro cielo a su antojo. Y el número de accidentes aéreos que tenemos parece indicar que nuestros radares tampoco funcionan muy bien. Imaginen lo que pasará cuando estemos bajo el ataque de aviones de combate! Llegarán a Puerto La Cruz antes de que nos demos cuenta.

Y los ríos fronterizos? Hace apenas unos días se divulgó la noticia de que mas de 200 embarcaciones de la industria petrolera están varadas en el Lago de Maracaibo por falta de repuestos y mantenimiento. Si esto ocurre con la industria mas importante del país en tiempos de paz, qué pasará luego de una semana de guerra en el Meta?

Y la información? A juzgar por las declaraciones de algunos funcionarios públicos existe un enorme desconocimiento del país vecino. Qué ocurrirá cuando nuestras tropas estén en una batalla urbana en medio de una ciudad que no conocen, o en medio de las selvas de la Sierra de Perijá?

Claro que -según el Gobierno Nacional- la llave de la victoria no está en las Fuarzas Armadas Nacionales sino en las milicias populares. La tendencia mundial es a fuerzas armadas mas pequenas, pero mas profesionales, mejor armadas y mucho mejor entrenadas -como las que posee Colombia-. Nosotros los enfrentaremos con un montón de muchachos mal comidos, que creen que van a jugar a policías y ladrones. Por otra parte, entregar armas a gente sin preparación es una estupidez y una total irresponsabilidad. Nadie garantiza que esas armas sean usadas para defender nuestra Nación y no para robar, estorcionar, saquear, intimidar y aterrorizar a la población civil, como ha pasado en otros lugares del mundo. Las milicias serán barridas de un golpe, dejando una enorme estela de heridos, lisiados, muertos y miles de vidas destrozadas.

Y cómo van a proteger los puntos vitales del país? Porque sin ser expertos militares, podemos pronosticar que una bomba bien dirigida a los transformadores de Guri será suficiente para que perdamos la guerra. Venezuela tiene infraestructura delicada que es vital para el funcionamiento del país -el puente sobre el Lago, la generación eléctrica en Guayana, las refinerías de Amuay-Cardón, el Palito, las petroquímicas de El Tablazo y Morón y los campos petroleros del Zulia y la faja del Orinoco entre otros- y dudamos seriamente que el país esté preparado para defenderlas.

Y en caso de que el conflicto se agrave -por ejemplo con la intervención de Estados Unidos-... contaremos con apoyo internacional? De quién? Porque aparte de alguna declaración de apoyo -que no pasará de palabras- nadie nos ayudará. O es que alguien cree seriamente que Rusia o China entablarán una guerra termonuclear por nosotros?. Seamos honestos, a Rusia, China, Francia, Bélgica, España y a muchos mas les conviene una guerra larga y prolongada entre Venezuela y Colombia, pues así venderán mas armas. Para esa gente el único valor que tenemos es el dinero que puedan obtener de nosotros y nada más.

Finalmente hay un detalle más. Y si perdemos la guerra? Porque las guerras pueden perderse. De hecho normalmente alguien las pierde. Muchas veces el agresor es el perdedor -incluso si parecían invencibles al inicio de la contienda-. El ejército de Napoleón en Rusia, la Alemania Nazi en la Unión Soviética, la Unión Soviética en Afganistán son buenos ejemplos de ello. Si perdemos habrá consecuencias, y muy graves. Habrá que pagar indemnizaciones de guerra, podríamos perder el control de la actividad petrolera, incluso podríamos perder territorio o -lo que es peor aún- podríamos terminar como un país ocupado por décadas o quizá para siempre.

Por supuesto habrá quien nos acuse de derrotistas, enemigos de la moral nacional, aliados del imperio y demás, pero este artículo no es pretende eso ni mucho menos. Es un llamado de atención, a la calma y al sentido común. La sabiduría popular dice que "la mejor pelea es la que se evita" y no sería malo seguir el consejo.

martes, 20 de octubre de 2009

LA ENERGIA NUCLEAR EN VENEZUELA

Ya desde hace algún tiempo, altas esferas del Gobierno Nacional insisten en el discurso -hasta ahora mas nada se ha visto- del uso de la energía nuclear para producir electricidad en Venezuela, y ya que hace poco hemos tocado el tema de la generación eléctrica hemos pensado que podríamos señalar algo sobre este tema.

En primer lugar, hay que decir que en Venezuela ya se usa la energía atómica con fines pacíficos. Se usa en medicina (tratamiento de tumores), industria petrolera (perfilaje de pozos) y esterilización de material médico quirúrgico. También hay que señalar que en Venezuela se investigó activamente en torno a la energía atómica en las décadas de 1950’s y 1960’s y que Venezuela tuvo el primer reactor nuclear de Iberoamérica. Por lo tanto el discurso de que a Venezuela se le niega el uso de la energía atómica es totalmente falso.

Instalar una planta que produzca electricidad a base de energía atómica no es sencillo. Aunque la “teoría” es ampliamente conocida, la puesta en práctica –el know how- es complicada, engorrosa y llena de escollos, al fin y al cabo se trata de controlar la misma reacción que se produce en una bomba atómica y –además- sacarle provecho. Para Atomenergoprom, Hitachi, Siemens, Mitsubishi, Electricité de France , General electric, Atomic Energy of Canada Limited, Areva, Westinghouse, la South African Nuclear Energy Corporation, Ensa o INITEC –por nombrar unos cuantos ejemplos de empresas pertenecientes a diferentes países que construyen estas instalaciones- este desarrollo ha sido caro y difícil y no nos van a regalar su trabajo, nos lo venderán… y muy caro. Se estima que para el año 2009 una central nuclear tiene un costo de entre 6.000 y 9.000 millones de dólares dependiendo de la tecnología y de su vida útil. Es decir, construir una central atómica en Venezuela puede ser igual a un tercio de nuestras reservas internacionales.

En segundo lugar, las plantas nucleares necesitan un –valga la redundancia- combustible nuclear y nosotros no lo producimos. Tenemos Uranio –o al menos eso dicen, pues esos yacimientos no están certificados y no se sabe si son comercialmente viables- pero ese mineral sin procesamiento es totalmente inútil-. De hecho, la mayoría de los países que poseen centrales nucleares no producen el combustible que estas necesitan y deben comprarlo a quienes si lo producen (Estados Unidos, Rusia, Brasil, Francia, Inglaterra, Japón por ejemplo) y significa basar la generación eléctrica en importaciones que pueden estar sujetas a problemas. Por otra parte, parece muy poco inteligente para un país como Venezuela que casi siempre ha producido la energía que consume –y tiene capacidad para producir mucha más- poner el suministro eléctrico en manos de Rusia, China o Estados Unidos. El combustible nuclear no es especialmente caro (ronda los 22 US$ por kilogramo), pero se necesitan varias toneladas para que la planta funcione, así como un suministro continuo y confiable.

Hay que señalar que en las economías de mercado, los enormes costos de construcción y los –muchísimo menores- costos de operación se recuperan al vender la electricidad, pero en Venezuela donde la electricidad es muy barata pues se produce en centrales hidroeléctricas y además es subsidiada por el estado esto no sería posible. Sería una instalación a la que habría que inyectarle dinero permanentemente y nosotros ya hemos tenido experiencias muy lastimosas en ese sentido.

Por otra parte hay dificultades básicas inherentes a la construcción y operación de esas instalaciones y mencionamos una fundamental: Dónde la pondrían? Si el combustible es importado la respuesta lógica sería en una ciudad portuaria, pero sinceramente dudamos que los habitantes de Puerto Cabello, Maracaibo, Puerto La Cruz, Punto Fijo o Puerto Ordaz deseen tener algo así cerca… o la pondrían en Choroní?

Por otra parte, quién va a trabajar allí? Tenemos nosotros el personal necesario para operar esa instalación 24 horas, 365 días al no por 30 o 40 años? O la dejaremos en manos de extranjeros? Hay que tener en cuenta –además- que las centrales nucleares requieren mantenimiento y control, y este no es barato y debe ser hecho con rigor y seriedad. Un error o un detalle que se pase por alto en estas instalaciones conduce a consecuencias mucho peores que un apagón.

Si finalmente todos estos obstáculos se superan, habrá que pensar en qué hacer con los desperdicios que esta central generará. Estos desperdicios son peligrosos y requieren en primer lugar una serie de tratamientos para reducir su peligrosidad y luego almacenaje en sitios seguros por siglos –o incluso milenios-. Y esto requiere aún más tecnología y aún más dinero. Si esa “basura” cayera en malas manos podría ser usada para actos terroristas o –sin ir tan lejos- dejarla abandonada en un rincón podría afectar a cientos de miles de personas de manera irreversible. Hay que destacar que este problema no ha sido resuelto en ninguno de los países que usa energía atómica y causa controversia a nivel mundial y no parece muy racional para nosotros –que ni siquiera podemos lidiar con la basura del boulevard de Sabana Grande- meternos en un problema así.

Y qué pasaría si ocurriera un accidente? Si hubiera un escape? Un goteo? Un incendio? Tienen nuestros equipos de emergencias el equipo necesario para actuar?, el personal sabría qué hacer y cómo hacerlo? Probablemente no y ese punto debería prepararse incluso antes de siquiera iniciar la construcción de esa central.

30 o 40 anos luego de iniciada la operación de la planta habrá que enfrentarse a otro problema: su cierre. Las centrales nucleares tienen una vida útil corta (las represas de gran tamaño como Guri se diseñan para durar 120 o 150 años) y luego hay una enorme instalación que no puede usarse para mas nada, cuyos componentes no pueden ser reciclados (pues están contaminados) y que –para colmo- debe ser vigilada y chequeada permanentemente.

Por otra parte habría que mirar las cosas desde otro punto de vista: el político. El poder nuclear implica también responsabilidad para con los demás países y para con nosotros mismos. Implicaría crear leyes que regulen esta materia en nuestro país, observar y mantener los tratados internacionales que se han firmado con anterioridad, aceptar la supervisión de los organismos internacionales que regulan el tema –la OIEA- y ser lo suficientemente maduros como para evitar juguetear con la idea de darle otros usos a ese poder. Nos es inevitable pensar que en un país donde el jefe del estado manda al Cipote a la ONU, a la OEA, a la CIDH, y a cuanto organismo o gobierno no aplauda sus actos, el cumplimiento de lo señalado más arriba podría ser difícil.

El programa nuclear venezolano causa resquemor incluso antes de nacer. Hemos visto como se mandan tanques a nuestras fronteras como si se tratara de ordenar una pizza, somos los mejores aliados de un gobierno que no tuvo ningún tapujo en llevar al mundo al borde de la guerra atómica en 1962 y muy buenos amigos de gobiernos que cierran la llave del gas a media Europa en medio del invierno y de otros que amenazan con “borrar de la faz de la tierra” a un pueblo con el que ni siquiera tienen fronteras. No podríamos culpar a nadie sino a nosotros mismos de que nuestra central nuclear es vista con malos ojos.

No es la idea de este artículo decir “no se puede”. Evidentemente si no hubiera ninguna otra opción de justificaría plenamente, pero hay que señalar que no es fácil y que antes de dar ese paso –que nos obligaría a encarar todos estos problemas y otros mas que no señalamos por razones de espacio- habría que estudiar todas las demás alternativas y dentro de lo posible agotarlas.

Tocoma y el Uribante-Caparo no se han terminado todavía –y ya se han invertido enormes sumas de dinero en ellos- y producirían tanta o más energía que una central nuclear. En los Andes puede que existan todavía zonas aptas para la construcción de más centrales hidroeléctricas -que además de generar electricidad sirven para controlar inundaciones, almacenar agua para consumo humano e industrial y pueden ser usadas como fuente de recursos (pesca) y esparcimiento- . También existe la posibilidad de renovar y aumentar la eficiencia de Guri (es caro, pero posible).

Venezuela posee además las reservas de gas más grandes del hemisferio occidental –Ramírez dixit- y podríamos usarlas para producir electricidad usando centrales térmicas. Es cierto que son contaminantes, pero lo son menos que las de petróleo o carbón y carecen de todos los problemas que hemos mencionado antes. Y si la contaminación fuera el problema, podríamos anexar un proyecto de reforestación que permitiría reducir la huella de carbono y crear empleo a mediano y largo plazo.

Estamos en una situación privilegiada para explotar la energía solar. Necesitamos los paneles, pero no es algo que no podamos hacer. El Gobierno Nacional podría alentar a la empresa privada a fabricarlos o podría incluso hacer un consorcio privado – estatal para hacerlo.

Países con menos recursos naturales que Venezuela han optado por aprovechar la hidroelectricidad, el sol, el viento, la biomasa o las celdas de hidrógeno y muchas otras fuentes de energía (desdeñando la construcción de nuevas centrales atómicas) y nosotros –bendecidos con todos los recursos- podríamos hacerlo también.

sábado, 17 de octubre de 2009

Planta Centro.

Tras buscar un poco en internet, y siguiendo la linea de los comentarios de ayer les invito a ver algunas fotos del estado actual de Planta Centro (edo. Carabobo).

http://cid-d324fb8aeb94ccf0.skydrive.live.com/play.aspx/.res/d324fb8aeb94ccf0!113/d324fb8aeb94ccf0!126?ct=photos

Comentarios bienvenidos.

viernes, 16 de octubre de 2009

El servicio eléctrico

El servicio eléctrico en Venezuela va mal... y se pondrá mucho peor.

En este artículo discutiremos el porqué de esta afirmación.... y trataremos de hacerlo de una manera simple y ordenada.

En primer lugar la población venezolana ha crecido, y al crecer la población crece el consumo eléctrico.... y cuando hay mucho dinero en la calle (como ha sido el caso venezolano desde 2003), el crecimiento del consumo eléctrico se acelera, pues buena parte de este dinero se invierte en bienes de consumo que usan electricidad como televisores, equipos de sonido, computadoras y artefactos de linea blanca. Si pensamos en ello, resulta evidente que conforme crece la población, deberían construirse nuevas plantas para producir electricidad, y si hay un crecimiento acelerado del consumo eléctrico se deberían construir aún mas plantas para producir electricidad.

Se ha hecho esto? No. Los proyectos hidroeléctricos están detenidos. Tras 10 anos de gobierno revolucionario y 6 de precios altos del petróleo las centrales hidroeléctricas de Tocoma y Uribante- Caparo siguen sin ser terminadas y Planta Centro (que supuestamente estaba siendo reconvertida a gas) sigue sin funcionar también y aparte de pequeñas plantas térmicas en algunos pueblos no se ha hecho ningún otro esfuerzo en el sector.

Es bueno hacer un paréntesis aquí. Cuando se termine la construcción de la central de Tocoma -que tampoco es muy grande comparada con GURI- , el Caroní no podrá alojar mas centrales hidroeléctricas y con el tiempo se necesitará mas electricidad. No existen en los Andes tampoco zonas aptas para crear nuevas represas así que urge buscar otras alternativas para el futuro ya no tan lejano. Además las centrales hidroeléctricas dependen de las lluvias -que pueden ser imprevisibles- y del estado de las cuencas de los ríos... y bastante se ha dicho (y nada se ha hecho) ya sobre la desforestación incontrolada en Guayana y en los Andes, así como de la minería ilegal en el Sur del país.

Habrá que empezar a discutir que haremos.... porque esas desiciones requieren tiempo y lo que se decida requiere tiempo y dinero; y si no nos ponemos las pilas nos quedaremos a oscuras. Plantas térmicas? son muy contaminantes, pero tenemos el gas suficiente para abastecerlas, energía nuclear? tenemos el mineral de uranio pero no lo podemos procesar, así que tendríamos que comprarselo a Rusia, Brasil o China -en otras palabras poner nuestro suministro eléctrico en manos de otro país-, además de los problemas relacionados a los desechos y a la seguridad, pero una vez en marcha es confiable y no excesivamente cara. Solar? Tenemos sol, pero no hacemos los paneles solares, energía eólica? celdas de energía? qué? esa discusión (que es lo que la Asamblea Nacional debería discutir en lugar de discutir sobre las milicias) es importante y no se hecho.

Por otra parte yo tengo serias dudas acerca de la eficiencia de las empresas de Guayana -EDELCA incluida- y no me extrañaría que en esa empresa hayan los mismos malos manejos que tanto se han denunciado en ALCASA, VENALUM, SIDOR, FERROMINERAy las demás industrias de la CVG.

Hay problemas en la distribución eléctrica. No se ha hecho el mantenimiento adecuado a la red de distribución eléctrica. No se han hecho las inversiones para reponer los equipos que se deterioran con el paso del tiempo y no se han buscado alternativas para transportar la energía con menores pérdidas. Y es completamente absurdo que teniendo esos problemas estructurales tan serios el Gobierno Nacional destine dinero a financiar mejoras en el servicio eléctrico en Nicaragua, Bolivia o Cuba y yo voy mas allá. Es irresponsable.

También en Venezuela hay una tendencia tremenda al derroche eléctrico y la compartimos todos. En nuestras casas sin importar la clase social suele haber varios televisores y equipos de sonido funcionando al mismo tiempo, usamos bombillos incandescentes (de esto hablaremos con detalle mas adelante) y si hay aire acondicionado nos aseguramos de que funcione al máximo. esta tendencia se basa -en mi opinión- en dos factores fundamentales: primero el bajo costo del servicio eléctrico que ha estado siempre subsidiado por el estado venezolano y segundo el hecho de que buena parte del país no paga servicio eléctrico (en buen criollo, están colgados). Cual sería la solución? Aumentar el costo del servicio eléctrico, acabar con los colgados y mejorar y ampliar los mecanismos de pago de la electricidad.... porqué pagar la electricidad es un Viacrucis? porqué no lo podemos hacer desde el cajero automático o desde taquillas automáticas?. La tendencia al despilfarro eléctrico va mas allá de los hogares, en las oficinas e instituciones públicas no se hace el mínimo esfuerzo por ahorrar electricidad y (lo que es peor) estas tampoco pagan. Para octubre de 2009 solo el sector público adeuda 1200 millones de BfF.a Corpoelec. (Ramirez dixit).

Los colgados -y esto hay que mencionarlo- consumen aún mas energía eléctrica que el promedio pues no la pagan y además causan numerosas fallas y pérdidas debido a sus precarias instalaciones. Cómo no se va a ir la luz si cada poste es una maraña de cables a lo loco?

Seguimos usando bombillas incandescentes. En muchos países las han prohibido, y en otros han colocado un límite de tiempo para su venta. La solución no es el cambio inmediato de los bombillos incandescentes por bombillos vietnamitas, chinos, rusos o cubanos. La solución es facilitar la creación de varias empresas privadas que hagan bombillas no incandescentes en el país y fijar una fecha para el cese de las ventas de las bombillas incandescentes.

También hay que mejorar la eficiencia de nuestro consumo eléctrico. Alumbrado inteligente y regulaciones al consumo eléctrico de los electrodomésticos están entre las medidas que hay que tomar.

El problema de los apagones solo se resolverá cuando se ataquen todos estos factores al mismo tiempo... de otra manera solo habrá panitos de agua fría. Y lamento mucho decirlo... no me parece que el Gobierno Nacional tenga el más mínimo interés de hacerlo.

JJJ